El almacenamiento en la nube está de moda. Más que estar de moda va a ser la forma más habitual de guardar tus ficheros, aunque es una transición que todavía estamos viviendo. En entornos corporativos lo más habitual son las unidades de red, en las que un ordenador de la oficina hace de servidor y los usuarios accedemos a los ficheros con los que estamos trabajando a través de ese servidor. La idea está bien, pero está pensada para conexiones de red de alta velocidad, que son las que suelen darse en las redes locales. En cierta medida están diseñadas para que el empleado acuda a un lugar en el que tiene acceso a los recursos informáticos. El acceso desde fuera de la oficina es posible, mediante protocolos VPN (red privada virtual), pero el acceso es lento y poco fiable.
La llegada de los dispositivos móviles y las conexiones inalámbricas ha dotado a los usuarios de una mayor movilidad, pero las empresas y organizaciones no están todavía preparadas para este cambio de paradigma. Los servicios de almacenamiento en la nube tipo +Dropbox , +OneDrive o +Box se han popularizado muchísimo, pero en la mayor parte de los casos los usuarios los manejan al margen de sus «servicios oficiales» de la empresa.
Apple lleva ya muchos años ofreciendo servicios en la nube: calendarios, contactos, correo electrónico y también almacenamiento. Desde las iTools pasando por .mac, MobileMe hasta llegar a iCloud. El almacenamiento en la nube ha sido un servicio que ha pasado por diferentes fases. Lo que tuvo más parecido a Dropbox fue el iDisk, pero fue un auténtico desastre. Este servicio tenía numerosos problemas de sincronización, pérdida de ficheros. En definitiva, poca fiabilidad. Con la llegada de iCloud se cargaron iDisk y ofrecieron un servicio llamado iCloud Documents. Steve Jobs dijo, en alusión a SkyDrive de +Microsoft , que querían ofrecer algo más que «un disco en el cielo», y finalmente acabaron ofreciendo algo que nadie entendió. Un servicio de ficheros al que sólo se podía acceder a través de las aplicaciones, pero que no podías ver en el Finder. Era algo distinto, pero estaba claro que no llegaba a resolver ninguna necesidad.
En paralelo los iPhones, iPads y iPods iban evolucionando, pero siempre tuvieron un fallo: no tenían un sistema de ficheros accesible para el usuario. Es decir, no podía guardar un documento que me enviaban por email en una carpeta. La cuestión es que esto supuso también una reflexión interesante. Realmente no necesito acceder a una estructura de carpetas y documentos del propio iPad. Simplemente quiero acceder a los mismos ficheros que tengo en mi ordenador. Utilizando Dropbox esto mejoraba considerablemente.
Y ahora por fin llega algo llamado iCloud Drive. Pero, ¿qué es iCloud Drive? ¿Es otro servicio de almacenamiento en la nube? Después de ver la última (2014) keynote de la WWDC que se celebró en San Francisco ya me ha quedado claro que no. iCloud Drive realmente es un agregador de diferentes servicios de almacenamiento en la nube. Imaginemos que tenemos una cuenta en Dropbox, otra en OneDrive y otra en Box. Esto implica que tengo que descargarme tres aplicaciones para mantener sincronizadas cada una de mis carpetas. iCloud Drive permitirá que el sistema operativo sea el que se encargue de mantener la sincronización con los diferentes servicios en la nube que tengamos contratados y, al mismo tiempo, proporcionará un sistema de ficheros sólido para los dispositivos móviles.