Cuando afirmo que las cámaras réflex tal y como las conocemos hoy día tienen los días contados, suele haber alguien delante de mi que me mira con recelo. Incrédulos me observan y para sus adentros piensan que las cosas no cambiarán, que una réflex será siempre la cámara por excelencia. Olvidan que, incluso en el mundo analógico, han habido referentes fotográficos que no han sido réflex (Leica, por ejemplo). Pero si nos concentramos en la fotografía digital, que es lo que estamos viviendo en estos años, es cierto que las réflex siempre han parecido ser el objeto de deseo de cualquier aficionado a la fotografía. Sin embargo la cuestión clave no está en el formato. Una cámara réflex obliga a una serie de concesiones que reducen sus posibilidades de uso. Son, por lo general, grandes, pesadas y aparatosas, además de obligarte hasta hace bien poco a hacer las fotos a través del visor. Esto hace que haya menos ocasiones en las que podamos llevarla con nosotros.
Disponer de un pentaprisma para ver por el visor lo mismo que se ve por el objetivo no nos va a llevar a una fotografía de mejor calidad. Ahora bien, tener un sensor u otro es lo que marca la diferencia. Y no me refiero al argumento simplista de los centros comerciales que centran sus estrategias de venta en el número de megapíxeles, me refiero a que hay sensores mejores que otros. El presidente de Aptina, uno de los principales fabricantes de sensores del mundo, decía recientemente en una entrevista que había que educar al público para que empiecen a valorar las cámaras por parámetros distintos a los megapíxeles, centrándose en el tamaño del sensor. A día de hoy un sensor más grande implica mayor luminosidad y fotografías con menos ruido. Esto se traduce en que podremos utilizar nuestras cámaras sin problemas a partir del atardecer, en el amanecer o en sitios poco iluminados obteniendo muy buenos resultados. Pero, volviendo al título de este artículo, ¿en qué momento estamos hablando del tipo de cámara que tenemos? ¿Que acaso no es posible montar un sensor grande en una cámara compacta? Ya escribí un post hace unas semanas, respondiendo a unas dudas de +Jerónimo Boris Castelló García , sobre cámaras compactas con sensores grandes. ¿Dónde aparece aquí que todo esto se pueda hacer con una réflex?
La evolución en este segmento está siendo impresionante, desde el empuje de las cámaras compactas con objetivos intercambiables, hasta los recientes avances de los smartphones que integran cámaras cada vez mejores. Respecto a esto último el nuevo Nokia Lumia 1020 ha sido un paso de gigante.
De todas formas, como nadie es profeta en su tierra, os recomiendo leer un artículo excelente de +Barney Britton de +dpreview com titulado «5 reasons why I haven’t used my DSLR for months» que deja las cosas muy claras.
Dicho todo esto no quiero terminar este post sin recordar que, independientemente de la cámara que utilicemos, lo más importante no es la cámara, sino quien hace las fotos. Buena cámara no significa buenas fotos, pero un buen fotógrafo hará buenas fotos incluso con una cámara de usar y tirar.