Procesador, memoria, almacenamiento, tamaño de pantalla… son sólo algunas de las especificaciones que tenemos en cuenta cuando vamos a comprar un smartphone o un ordenador. Algo similar sucede con las cámaras de fotos. Al final parece que estemos comprando un coche, cuando la decisión no puede basarse simplemente en cilindrada, turbo, ruedas…
La opción que elijamos va más allá de las especificaciones técnicas. Steve Jobs decidió crear una cadena de tiendas propias de Apple porque no quería que pusiesen un Mac al lado de un Dell y que un vendedor, ante la pregunta de un cliente, comparase simplemente las especificaciones.
El diseño de un sistema complejo no va a depender simplemente de unas pocas especificaciones, aunque ellas se convierten muchas veces en ideas sencillas que pueden hacer decantar la opción de compra de un lado o de otro. No tenemos más que ver lo que sucedía (y todavía sucede) con las cámaras de fotos, que las tiendas agrupaban en función del número de megapíxeles de sus sensores. Más megapíxeles no implica mejor cámara, pero sn embargo la resolución del sensor se ha convertido en un importante argumento de venta.
Hace poco ha salido un artículo en +GSMArena que compara el Nexus 4 de Google con el iPhone 5 de Apple. +Jerónimo Boris Castelló García me lo envió hace poco con unos comentarios en la línea de este artículo. Si sólo comparásemos las especificaciones técnicas, muy probablemente acabaríamos comprando un Nexus 4. Sin embargo, si vamos un poco más allá, veremos que no es oro todo lo que reluce.
Fuente: GSM Arena
En el artículo comparan la duración de la batería de ambos aparatos haciendo básicamente dos tipos de funciones: hablar por teléfono o uso de la red de datos y aplicaciones. Si sólo hablamos por teléfono el Nexus 4 dura más horas que el iPhone 5. Esto se debe fundamentalmente al mayor tamaño de la batería del Nexus frente al iPhone. Sin embargo, si hacemos uso de aplicaciones, conexión de datos, wifi, etc, es el iPhone el que gana, no sólo en duración sino también en rapidez de ejecución de las aplicaciones. Y es bastante curioso porque la potencia de cálculo del Nexus 4 es superior a la del iPhone 5. ¿Dónde está el truco?
Sencillo, es el triunfo de un enfoque especializado, donde el software se diseña específicamente para el hardwarre que va a ser utilizado, frente a un enfoque generalista donde el software está pensado para utilizarse en una gran variedad de dispositivos. Esto acaba redundando en mayor duración de la batería, aplicaciones más rápidas y, en definitiva, una mejor experiencia de usuario.