Nuevas aproximaciones a la participación en proyectos europeos

Los mecanismos de colaboración entre universidades, empresa y administración pública son la base para el desarrollo de cualquier ecosistema innovador. Están basados en lo que se conoce como el modelo de la Triple Hélice de Henry Etzkowitz. Según este modelo es en la intersección de cada una de estas esferas donde se producen las actividades más interesantes, y especialmente en aquellas actividades en las que participan los tres agentes
Es un hecho que ha habido una reducción de los fondos nacionales de investigación en un gran número de países europeos, al mismo tiempo que se han incrementado los fondos destinados al programa +Horizon 2020, Framework Programme for Research and Innovation . El mensaje que se escucha hoy día en todas las instituciones relacionadas con la investigación es que «hay que incrementar la participación en programas europeos». El nuevo programa lleva aparejados nuevos esquemas y da un papel relevante a las empresas como socios y participantes de estos programas.
Además del Programa Horizon 2020 la +European Commission está experimentando con otras formas de distribución de los fondos de innovación que pretenden aumentar la efectividad y el retorno de la inversión pública que se hace. Un buen ejemplo de esta política son las Knowledge Innovation Communities del +European Institute of Innovation and Technology EIT , las Estrategias de Especialización Inteligente (RIS3) o las iniciativas de excelencia.
La necesidad de una mayor colaboración entre empresa, universidad y administración pública, los nuevos mecanismos de financiación, y la internacionalización de los sistemas públicos de I+D+i requiere una nueva aproximación. El Consortium on Applied Research and Profesional Education (CARPE) ha celebrado un taller en la +Universitat Politècnica de València – UPV  cuyo tema principal ha sido precisamente la colaboración en el ámbito de la investigación.
Como parte del programa he organizado un debate sobre los mecanismos de colaboración y las nuevas estrategias que se debían emprender desde las universidades con expertos de la +Universitat Politècnica de València – UPV , la Turku University of Applied Sciences, la +Manchester Metropolitan University , la HAW Hamburg y la Utrecht University of Applied Scicences.

El debate ha sido bastante rico y se han abordado desde temas organizacionales hasta cuestiones estratégicas sobre cómo se organizan las actividades de I+D+i en las universidades. Me ha resultado especialmente interesante algunos ejemplos de alianzas estratégicas que se han establecido  para crear territorios inteligentes en los que participan de manera coordinada diferentes actores. El caso más interesante es el del +Corridor Manchester , que coordina actividades de centros de investigación, gobiernos regionales, ayuntamientos, universidades y centros de investigación. No obstante se ha comentado que en estos casos es difícil balancear las necesidades de los diferentes participantes, como podría ser las de una universidad de ciencias aplicadas con las de una universidad investigadora.

A continuación está el mapa mental con el detalle de la conversación mantenida en el taller. El mapa mental puede descargarse directamente haciendo click aquí.

Además de esto las principales conclusiones del debate, bajo mi criterio, podrían ser las siguientes:

  • La reducción de fondos nacionales y la aparición de nuevos actores ha incrementado considerablemente la competencia en la captación de fondos europeos
  • Los modelos de gestión de la I+D y la transferencia de conocimiento descentralizados pueden ser válidos si la descentralización va más allá de ubicar una persona en cada Escuela o Facultad: Oficinas de I+D y Transferencia en cada Escuela
  • Las alianzas estratégicas entre diferentes tipos de instituciones son fundamentales si se quiere ser competitivo a nivel internacional
  • Los esquemas actuales de financiación europea dificultan la participación de las empresas: choque entre un enfoque cortoplacista y un enfoque a medio-largo plazo.
  • Las convocatorias europeas son complejas y con resultados esperados a medio-largo plazo
  • Las colaboraciones universidad-empresa están basadas en las relaciones profesor-empresa más que en un enfoque institucional
  • Es fundamental crear equipos de investigadores senior (con experiencia en proyectos internacionales) e investigadores que tienen interés en participar en proyectos internacionales
  • El camino natural es: Nuevos investigadores-> Proyectos nacionales-> Proyectos europeos
  • Los programas europeos son tan complejos que las acciones de comunicación generalistas no proporcionan una idea clara al investigador sobre cómo puede orientar su trabajo en alguna de las líneas clave

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