¿Responsable o Rentable?
Normalmente el debate respecto a la responsabilidad social o los aspectos de sostenibilidad de la actividad de las personas se suele hacer en contraposición con el desarrollo económico. Se dice que algunos países crecen a costa de que otros se autoimpongan restricciones cada vez mayores que le hacen más difícil ser competitivo.
Por otro lado en algunas organizaciones resulta difícil traducir en qué consiste la aplicación de la «responsabilidad social» más allá de la implementación de determinadas actividades concretas enmarcadas dentro de lo que podría ser la política social de una institución: actividades benéficas, inclusión social, temas medioambientales y otros.
¿Se puede ser competitivo al mismo tiempo que desarrollar una actividad sostenible desde el punto de vista medioambiental? ¿Deberían las políticas de responsabilidad social plantearse de una manera más transversal en contraposición del enfoque vertical que tienen en la actualidad? En ambos casos la respuesta es sí, o al menos eso es lo que se ha plantaeo en el workshop sobre Responsible Research and Innovation durante la reunión de la Conference of European Schools for Advanced Engineering Education and Research celebrado en la Tallinn University of Technology. Este post está basado en la presentación que ha realizado el Profesor Jeroen van den Hoven de TU-Delft
Value sensitive design:
El diseño de un producto va más allá de su aspecto estético. Cubre la fase en la que se hace coincidir las necesidades del usuario con los requisitos que debe cumplir un producto. Tal y como sugiere el Prof. Jeroen van den Hoven, de TU-Delft, la clave está en incorporar como requisitos del producto determinados retos sociales. Privacidad, seguridad, inclusión, sostenibilidad, democracia o transparencia pueden ser una fuente de ideas para el diseño de nuevos productos con una importante demanda. La privacidad es in ejemplo claro, como ha podido verse a raíz del caso Snowden: Estados Unidos ha perdido el 30% de su negocio cloud debido a este tema.
Un ejemplo que me ha llamado la atención es el de los contenedores plegables. Una gran parte de los contenedores que viajan por el mundo en grand barcos viajab vacíos. Conseguir un producto que sea plegable y permita incrementar los contenedores que viajan en un barco es una fuente de ideas para la creación de un producto nuevo. Este nuevo producto cumple con unos requisitos económicos y medioambientales.
En cualquier caso se trata de organizar las cosas de tal manera que se facilite que las personas seamos socialmente responsables, que no sea una opción para un colectivo. Esta aproximación es una fuente para la creación de nuevos productos.
Responsible Research and Innovation
Al igual que esto es una fuente para la creación de nuevos productos, es también una manera de orientar las actividades de investigación e innovación. La propia Comisión Europea lo ha tenido en cuenta al diseñar el programa Horizonte 2020. Un total de 500M€ distribuido entre diferentes programas y DGs está destinado a facilitar este nuevo enfoque. Pasar de diferente añadir una funcionalidad a un producto a, además tener en cuenta los principales retos sociales en la fase de diseño de una investigación es la clave del tema.
Sobre este tema la Comisión Europea ha hecho una publicación muy interesante que puede descargarse haciendo click en este enlace. Otro artículo que me ha llamado especialmente la atención es Do artifacts have politics?. Describe como, entre otras cosas, algunos diseños se han utilizado para evitar que determinados colectivos puedan participar en algunas actividades.
Incorporar este tema a los planes de estudio
Posteriormente Ulik Jorgensen ha propuesto que este tema debe de incorporarse a los planes de estudio. Los planes de estudio parecen utilizarse hoy día como solución a todos los problemas. Queremos promover la actitud demprendedora, el liderazgo, el trabajo en equipo y otros temas al mismo tiempo que asegurar qie el estudiante tenga las competencias necesarias para ejercer algún tipo de profesión. Quizás los planes de estudio sean parte de la solución, pero evidentemente deben de ir acompañados de otro tipoo de actividades que proporcionen esas competencias a los estudiantes.
Para mi la clave ha sido el concepto de Value Sensitive Design, que convierte determinados retos sociales en la fuente para el desarrollo de innovaciones al mismo tiempo que contribuyes a mejorar la sociedad. Es una buena manera de responder a la tensión que existe entre crecimiento y sostenibilidad, porque es sólo en la tensión y el diálogo que se establece entre los aparentemente opuestos donde se genera el conocimiento necesario para alimentar estas innovaciones.
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