Qué molesto es darse de baja de algunas compañías telefónicas. Era cliente de ono, una compañía de internet y televisión por cable que operaba en España y funcionaba muy bien. Con el boom de las Operadoras Móviles Virtuales decidieron hacerse también OMV y ofrecer el servicio de telefonía móvil utilizando la cobertura de Movistar con unos precios realmente imbatibles siempre y cuando tuvieses con ellos contratado algún otro servicio. Hasta aquí todo bien.
Pasan los meses (incluso algún año) y Vodafone compra Ono. Lógico, era la única manera de posicionarse como alternativa real a Movistar que además de operador móvil, tiene una red de fibra óptica propia entre otras cosas. Vodafone se hace entonces con la red de Ono y ya lo tiene todo: internet fijo de alta velocidad al que se añade sus servicios de telefonía móvil. Todos los clientes de Ono somos informados y pasamos a formar parte de Vodafone.
Yo ya había sido cliente de Vodafone (Airtel originariamente) y dejé la compañía, entre otras cosas por un servicio de atención al cliente telefónico poco eficaz, errores frecuentes (a favor de la compañía) en la facturación y problemas en la portabilidad. Ahora de pronto me vuelvo a encontrar en esa compañía con tres números de teléfono (uno de los cuales sin uso pero sin coste).
Vodafone tiene una tienda propia en Valencia, en la calle Colón, donde se supone te atienden y solucionan cualquier problema. No es la típica franquicia donde te venden móviles y contratos. Entré allí y pedí que diesen de baja el número de móvil que no utilizaba. Una persona muy amable no me puso pega y dejó mensaje para que me llamasen desde el 123 para gestionar la baja. Me dijo: «le llamarán en un día aproximadamente». Cual fue mi sorpresa que la llamada no tardó un día en llegar, sino que nada más salir de la tienda ya me estaban llamando. Atiendo la llamada y, como me temía, no era para tramitar mi baja, sino para preguntarme porqué me quería dar de baja y empezar a ofrecerme extrañas ofertas de: «le subo la velocidad a internet, le pongo más minutos en esta línea, le quito en esta otra, y entonces se le queda en…». Yo insisto en que quiero dar de baja esa línea (atención, sólo esa línea, el resto de servicios no) y me preguntan entonces «¿Y por qué, dígame porqué quiere dar de baja la línea?». Yo le contesto con una respuesta adecuada: «La numeración telefónica es un bien público y no quiero bloquear un número que simplemente no uso». No sirvió, volvió a decirme: «Entonces le subo los minutos del número tal, le añado mensajes cortos, y un descuento de X% durante 2 meses para…». Entonces le digo que lo miraré en internet y ya le diré algo. Insiste en que le diga que sí a su oferta en ese momento. Le digo que no, que lo miraré en internet. Queda en llamarme más tarde.
A partir de ese momento comienza el «infierno». Vuelven a llamar más tarde, les digo que no estoy interesado de momento hasta que lo haya podido ver bien y cuelgo. Vuelven a llamar, no lo cojo. A los 5 minutos vuelve a sonar el móvil y no lo cojo. Comienzan a llegar llamadas cada 10 minutos. Llego a casa y suena el móvil y al poco el fijo. Así hasta las 22:00. Recibí decenas de llamadas. Al día siguiente comienza el maratón y recibo llamadas a partir de las 8:00 hasta que a las 11:00 lo cojo y le digo a la persona que me atiende: «No me llamen más veces por favor. No me llamen más». El tipo se queda un poco cortado y parece que la cosa termina ahí. Dejo de recibir llamadas hasta que por la noche, ¡otra vez vuelven a llamar! Le vuelvo a decir lo mismo: «No me llamen más», y esta vez la comercial que debía seguir su protocolo del curso de ventas, me dice: «dígame porqué, señor, porqué no quiere que le llamemos más». Entonces ya cuelgo.
Luego voy al twitter y menciona a Vodafone diciéndoles poco más que estaban acosándome con tanta llamada, y el community manager de Vodafone tiene la gracia de decirme que le dé mi número por mensaje directo para que no me incluyan en, atención al eufemismo, «este tipo de acciones comerciales». Y luego me dicen que lo sienten y que puedo solicitar que me incluyan en la lista Robinson. ¿Acaso no se dan cuenta de que esta política comercial tan agresiva sólo les conlleva empeorar su imagen? Yo por mi parte ya he pedido la portabilidad de dos números a Tuenti y esta semana intentaré dar de baja el tercer número. No tengo nada en contra de la empresa como tal, pero no acepto que me traten de esa manera.
A mi han comenzado a llamarme obsesivamente hasta dos semanas.
Antes era «cada tanto». Siempre con la misma respuesta de mi parte, les corto y les digo que no quiero NADA.
Pero comenzaron a llamar hace dos semanas hasta 6 veces al día.
Es enfermizo eso.
Tengo bloqueado el número desde el que llaman. Pero me llegan los avisos de llamada perdida.
Están locos!
Ya me quejé y nada, estoy en las listas Robinson y nada.
Para qué hacen eso? Solamente logran dar asco y no querer contratar nada más con ellos.
Hola tenemos una oferta de adsl… Así siempre…
Estoy tan harta. De ver siempre esos avisos de llamadas perdidas.
Imagino que les pagan por cada llamada que hacen y les darán una lista de sus propios clientes a lo cuales acosar, pero no va eso en contra de la ley de protección de datos?