Un amigo me pidió ayer consejo sobre qué portátil se podía comprar por unos 400 euros. Normalmente cuando quieres comprar un ordenador te encuentras con un montón de equipos por un precio similar, que parecen iguales y nunca sabes muy bien qué decisión tomar. El precio es ajustado pero se pueden conseguir cosas interesantes. Los parámetros por los que tenemos que guiarnos a la hora de elegir un ordenador portátil son los siguientes:
Tamaño de la pantalla
Peso
Dimensiones
Duración de la batería
Procesador
Memoria RAM
Tipo de disco duro
Los tres primeros entrarán dentro de lo que podríamos llamar «factor de forma», y una cosa suele ir relacionada con la otra: menor tamaño de pantalla, portátil más pequeño y menor peso. Normalmente nos encontraremos con pantallas en tres medidas: 10 pulgadas, 13 pulgadas, 15.6 pulgadas y 17 pulgadas. En el rango de precios de 400 euros la mayor parte de modelos son de 15,6 pulgadas. A mi el tamaño que más me gusta es el de 13 pulgadas, porque combina bien portabilidad (son más ligeros) con disponer de un área de trabajo suficientemente grande. Las 15,6 pulgadas representan también una buena opción, aunque supone que en la mayoría de los casos vas a trabajar con la pantalla del portátil y no vas a conectar un monitor externo.
Respecto al peso no tenemos mucho donde elegir en este rango de precios: aproximadamente 2 kg. No está mal y ya dejan atrás los 3 kg o más que venía a pesar un portátil hace unos años.
La duración de la batería es otro factor a tener en cuenta. Me he encontrado con que muchas personas se deciden por el portátil no sólo por su portabilidad, sino porque no quieren dedicar un espacio concreto en su oficina o casa a disponer de un ordenador de sobremesa. Si es este tu caso no deberías preocuparte mucho del tema de la batería. Si realmente necesitas una oficina móvil ten en cuenta que por este precio lograrás autonomías alrededor de las 4-5 horas, que tampoco está mal. En la duración de la batería no influye sólo su capacidad, también la eficiencia del procesador, por eso todos los fabricantes ofrecen unos procesadores y circuitería específica para configuraciones móviles.
¿Y qué hay del procesador? Su papel está muchas veces sobrevalorado. Es cierto que es el «corazón» del ordenador, pero normalmente los cuellos de botella non surgen porque tengas un ordenador lento, sino por otros componentes como el disco duro. Hay dos fabricantes que hay que tener en cuenta: intel y AMD. El primero es el más conocido y el que se instala en la mayoría de los equipos. AMD es también muy conocido pero tenemos la ventaja de disponer de mejores precios y características similares (especialmente en este rango de precios). Actualmente (julio de 2015) nos encontraremos con procesadores intel i3 y AMD E. Los dos tienen características similares. Para comprobarlo puedes utilizar alguno de los comparadores (benchmark) online que hay. Aquí puedes consultar un ejemplo. Ten en cuenta que si quieres utilizar aplicaciones muy intensivas en procesador, como puede ser la edición de vídeo, es posible que tengas que buscar otro tipo de equipos. Lo que no elegiría sería la gama celeron de intel, que tiene unas características peores.
Casi que más importante que el procesador es la memoria RAM. Es allí desde donde se ejecutan los programas. Cuando la memoria RAM se llena (por tener varios programas abiertos), el sistema operativo vacía una parte y la traslada al disco duro, lo cual ralentiza el rendimiento global del sistema cuando, por ejemplo, cambiamos de una aplicación a otra. El disco duro es la parte más lenta del equipo, y al hacer esto el sistema debe volver al disco duro, buscar la aplicación que se estaba ejecutando, hacerle hueco en memoria RAM (llevando otra aplicación al disco duro) y volver a colocarla en el disco duro. En definitiva, cuanta más memoria tengas menos veces sucederá esto con lo que más rápido irá el portátil. Normalmente nos encontramos en este precio con 4 Gb de RAM, que en principio puede ser suficiente. Después veremos cómo podemos mejorar esto.
El tipo de disco duro es lo que va a determinar el rendimiento global del sistema. Actualmente hay dos tecnologías: los discos duros mecánicos (los de toda la vida) y los SSD. Los primeros son más económicos y tienen una capacidad superior a un precio razonable (el precio por megabyte es menor). Los segundos son más rápidos pero, normalmente, de menos capacidad. Tengamos en cuenta que por 400 € difícilmente nos encontraremos algún equipo que incluya un disco SSD. En los discos mecánicos puede haber alguna variación en cuanto a las revoluciones por minuto a las que gira el disco. 5.400 rpm es lo más habitual, aunque también podemos encontrar discos a 7.200 rpm que son algo más rápido, pero nunca llegarán a igualar el rendimiento de un SSD.
Bueno, según esto, un equipo que cumpliría todas las características sería el Toshiba Satellite C50D-B-13 (vaya nombre, por cierto!). Aquí tenéis el pantallazo de lo que ofrece +PcComponentes a día de hoy. El precio está incluso por debajo de los 400€!
Ya tenemos el equipo pero, ¿podemos mejorarlo de alguna manera sin que se encarezca mucho el precio? La buena noticia es que sí. En primer lugar tendríamos que ampliar la memoria RAM de 4Gb a 8Gb. Para ello tenemos que comprar la memoria en algún sitio como, por ejemplo, +Amazon.com . Hay que localizar una memoria que sea compatible con el equipo, pero consultando la hoja de especificaciones del fabricante podemos encontrar fácilmente qué tipo de memoria nos hace falta: DDR3L RAM (1,600 MHz), y su precio es muy asequible (25€).
Añadir los 4 Gb adicionales es sencillo (aunque Toshiba recomienda que lo lleves a un servicio técnico). Basta con levantar una tapa y añadir la memoria. En este vídeo tenéis explicado como.
Y ya para terminar deberíamos sustituir el disco duro que lleva por uno con tecnología SSD. Este cambio es fundamental porque gracias a él incrementaremos muchísimo el rendimiento del portátil (velocidad de encendido, tiempo que tarda en cargar las aplicaciones, tiempo que tarda en abrir un documento…). Y lo bueno es que esos discos tienen ya un precio muy razonable y, por unos 100€, podemos comprar un SSD de Samsung de 250 Gb.
Cambiarlo no es muy difícil, aunque algo más laborioso que añadir más memoria RAM. De nuevo os dejo otro vídeo con la explicación de cómo hacerlo.
Un tema a tener en cuenta antes de cambiar el disco duro. Debemos hacer una copia exacta del mismo en el nuevo disco duro para que cuando lo cambiemos el ordenador funcione a la perfección. Para ello necesitaremos conectar el disco duro nuevo al ordenador portátil mediante USB y hacer la copia. Nos hará falta una caja en la que meter el disco para conectarlo al puerto USB. Estas cajas cuestan entre 8 y 9 euros.
Una vez conectado utilizaremos un programa para «clonar» el disco duro. En +ComputerHoy.comexplican cómo hacerlo con un programa que se llama Partition Assistant (Yo utilizaba Ghost de Norton). Una vez clonado ya podemos sustituir el disco duro que lleva el portátil por este y a funcionar. El disco duro que quito del portátil lo meto en la caja y me quedo con un disco duro externo de 500 Gb.
La operación de «tuneado» del portátil nos ha costado 138€ que sumado a los 372€ que nos costó el portátil se queda en 510€ y unas prestaciones increíbles.