El DNI electrónico, las tarjetas bancarias, las tarjetas telefónicas, las SIM de los móviles o las tarjetas del autobus son ejemplos de tarjetas inteligentes. Estas tarjetas incorporan la electrónica necesaria para realizar algún tipo de operaciones, como encriptado de datos o almacenamiento de información. Su uso en las tarjetas bancarias, por ejemplo, ha permitido aumentar el nivel de seguridad de estas tarjetas, abandonando el frágil sistema de la banda magnética. La banda magnética se podía leer de una manera sencilla y no incorporaba ningún tipo de mecanismo de seguridad, además del engorro que suponía que se borrase la banda al acercarla a un móvil.
Dentro de esas tarjetas están las que se consideran sin contacto, que basta con acercarlas a un lector para que funcionen. Es el caso de los títulos de transporte en muchas ciudades o el de algunas tarjetas bancarias que no requieren introducir la tarjeta en el datáfono. Es esta tecnología la que parece va a facilitar el pago a través del móvil en algunas situaciones. Este es el caso del transporte público en la Comunidad Valenciana. Recibí un correo electrónico de la Fundación +InnDEAVAlencia TV anunciando la llegada del pago con el móvil al transporte público valenciano. Parecen haber llegado a un acuerdo con el operador +Orange España que proporcionará tarjetas SIM para los móviles con tecnología sin contacto (NFC por su acrónimo en inglés). Estas tarjetas podrán, además de la información del usuario del móvil, incorporar otro tipo de datos, como por ejemplo los títulos de transporte. La propia tarjeta SIM, si la sacásemos del móvil, nos permitiría acceder al autobus con sólo acercarla al lector. Entiendo que el acuerdo también incluirá el pago del bono de transporte a través de la factura telefónica. Con esto los operadores de telefonía móvil pretenden posicionarse como un proveedor de servicios de pago al estilo de VISA, +American Express o +MasterCard . Lo que me parece curioso es que se exige también que el propio móvil incorpore la tecnología NFC. Supongo que esto será para que el móvil pueda comunicarse con la tarjeta y la app correspondiente te permita gestionar lo que tienes en esa tarjeta.
En paralelo tenemos a los fabricantes de móviles que quieren llevarse su parte del pastel en lo que se refiere al pago sin contacto. Con un móvil con tecnología NFC (muchos de los smartphones que se venden hoy día la incorporan) no sería necesario hacer uso de una SIM especial, como en el caso de Valencia. El propio móvil podría hacerlo, pero la cuestión aquí está en quien se encarga de gestionar ese pago. ¿Sería Google en el caso de Android, Apple en el caso de iOS?
En definitiva, la solución va en ella dirección correcta, pero obligar al usuario del autobus a tener una línea con +Orange España no parece lo más adecuado. La cuestión aquí está en unos operadores que intentan aprovechar los resquicios que la tecnología les permite para entrar en el suculento mercado de los medios de pago.