Yo reconozco que soy un usuario muy activo de gMail. Y digo «reconozco» porque de todos es sabido que no es una práctica muy bien vista por los administradores de sistemas en entornos corporativos. Siempre se aducen problemas de seguridad, de mantenimiento, etc. Yo puedo deciros que no he sido consciente (y remarco lo de consciente) de ningún problema de seguridad y que en contadas ocasiones no he podido acceder a mi cuenta de gMail por un problema de mantenimiento.
También sé que cuando una compañía ofrece un servicio como este de manera gratuita es porque el producto soy yo. Entiendo que en el caso de gMail Google utiliza la información de mis correos para lanzarme, por ejemplo, mensajes publicitarios a medida (eso sí, de manera bastante discreta). Pero al mismo tiempo Google me ofrece un producto de muy alta calidad con uno de los mejores y más innovadores gestores de correo que conozco.
El escándalo desatado recientemente con el Programa Prism parece haber despertado todo tipo de alarmas por la privacidad de los datos de los usuarios: El Gobierno nos espía. Y esto, a raíz de las noticias que se han publicado, parece fuera de toda duda. Y lo más duro de todo es que ya no estamos hablando de nuestro Gobierno, sino el de un tercer país como es Estados Unidos en este caso. Pero, ahora bien, mi pregunta es: ¿alguien lo dudaba? Ya parece que no está a salvo nadie, ni siquiera los que no usan gMail 😉 .
Un experto en seguridad informática recomendaba hace años, de manera bastante irónica por cierto, que si queríamos mantener nuestro ordenador a salvo bastaba con desconectarlo de internet. Hackers, gobiernos, empresas… Un sinfín de gente es posible que esté analizando nuestros datos. Datos que son cada vez más ricos especialmente por el auge de los smartphones: Ya no sólo es posible obtener información de aburridos documentos que uno tenga en el ordenador, ahora también es tu ubicación, las llamadas que haces, los mensajes que escribes, las fotos que haces…
Hace poco se destapó también el caso de una persona de Zaragoza con conocimientos informáticos que se dedicaba a espiar a sus vecinos a través de sus webcams y las redes wifi. Si esto lo puede hacer un individuo, ¿qué no harán los gobiernos y empresas con mayores recursos?
Richard Stallman siempre lo ha dicho. Asistí a una conferencia suya que se organizó en el Centro Cultural La Nau de la +Universitat de València – Estudi General titulada «Por una sociedad digital libre» el tipo nos lo dijo muy claro y en perfecto español: «Amigos, cualquier cosa que pongáis en internet, es estudiada meticulosamente por las empresas privadas y los gobiernos que acceden a sus servidores».
Las técnicas del Social Network Analysis permiten aplicaciones francamente espectaculares para sacar conclusiones del comportamiento de los individuos. Basta con analizar sus interacciones en las redes sociales y sus intercambios de correo electrónico. Os dejo aquí un mapa mental de cómo Google utiliza estas técnicas para ofrecernos mejor publicidad.
En definitiva, cuando pongas algo internet, navegues o chatees… acuérdate que siempre habrá alguien escuchando.