Hemos pasado un día genial en la playa celebrando el cumpleaños de Bruno. Nos hemos reunido unas 15 personas de 5 nacionalidades distintas: Serbia, Alemania, Francia, Montenegro y España. Ha hecho un día espléndido, casi de verano. Hemos hecho lo que se llama un «brunch», o lo que es lo mismo, un «esmorsaret» que ha empezado a las doce y se ha prolongado hasta casi las cinco de la tarde en La más bonita. El sitio está muy bien, se llama La más bonita, aunque la pega que tiene es que a esa hora no se puede reservar, y nos ha tocado esperar un rato hasta conseguir mesa.
Ahora es un buen momento para organizarse la semana que va a empezar. ¿De qué manera puedo sacar el mejor provecho de los días que vienen por delante? No se trata simplemente de embutir un montón de actividades dentro de los próximos 7 días. Pensemos un poco en nuestras prioridades, en las cosas que realmente nos importan, en aquello en lo que vamos a poder tener un impacto por pequeño que sea.
En mi caso hay un tema que esta semana requerirá una especial dedicación. Parece que se confirma la nueva convocatoria de Campus de Excelencia Internacional que anunció recientemente el Ministro de Educación. Ahora toca revisar los criterios y esbozar ideas que puedan contribuir a reforzar el proyecto. La Universitat Politècnica de València participa en dos campus, con lo que habrá que preparar propuestas para ambos proyectos.
Además de esto reviso mi lista de tareas y proyectos activos siguiendo la metodología GTD (Getting Things Done). Aún así algunos temas urgentes acaban haciendo que otras tareas se vayan postergando hasta que acaban siendo un problema.
¿De qué manera te organizas tú la semana?
Interesante reflexión, que nos recuerda, en el fondo, la conveniencia de tomar perspectiva y organizarse.
En el fondo, mi problema son esas tareas que se quedan al final de la lista.
No suelo tener grandes temas, sino pequeñas tareas que juntas hacen mucho.
Abrazos
No creo que sólo sea tu problema. Me parece que es algo generalizado, especialmente en este mundo moderno hiperconectado donde siempre tienes algo que hacer. Es curioso, por más que hagas nunca terminas. Leer el correo electrónico, por ejemplo, es una tarea infinita. Te podrías pasar la vida respondiendo correos electrónicos, clasificando el correo, borrando el SPAM. Así sin parar. ¿No sería más sensato volver a compartimentalizar el tiempo?