Nokia: La batalla por el tercer puesto

Cuando ves a un finlandés que no usa +Nokia y a un canadiense que no lleva una +BlackBerry es que algo va mal. Precisamente cenando con unos canadienses hace no mucho les hice la pregunta clave: «¿tenéis una blackberry?». Los dos se quedaron mirando y, tras un momento de embarazoso silencio dijeron: «bueno… tenemos un iPhone», y sonrieron. Algo debe de ir mal en casa, ¿no?
Hoy se han hecho públicos los resultados financieros de Nokia correspondientes al segundo trimestre del año y, tras bastante tiempo de sequía, parecen cosechar algo positivo. Como principal noticia a destacar es que sitúan a Nokia como el tercer opción tras Apple y Samsung, dejando atrás a otro histórico como Blackberry.
Estos pequeños avances son positivos, no sólo por apoyar a uno de los pocos gigantes tecnológicos que tienen su sede en un país europeo, sino porque fomenta la competencia en un segmento que cada vez se parece más al de sobremesa. +Android e iOS se reparten una gran tarta en la que cada vez es más difícil entrar.
A nivel de la propia Nokia parece que la estrategia de Elop está empezando a cosechar frutos. En la página de Google+ de +Nokia News  ha habido un debate bastante animado sobre la decisión de Elop de elegir Windows Phone como alternativa a Symbian. En ese momento fue muy criticado, tanto por dar por terminado su propio sistema operativo como por buscar como alternativa un sistema tan poco popular como Windows Phone. Hay que reconocer que fue una decisión arriesgada, y a día de hoy incluso cuestionada, pero lo que estaba claro es que Symbian había quedado claramente obsoleto. Además Elop se encargó también de terminar con la aventura «Linux» de la empresa iniciada con Maemo y continuada con Meego en alianza con Intel. Meego se quería postular como sistema operativo de referencia para los terminales de gama alta de Nokia. Sin embargo los analistas parece que aconsejaron no crear un actor nuevo en un ecosistema que estaba prácticamente copado por dos grandes.
La apuesta por Android, según Nokia, hubiese significado tener que desbancar a +Samsung Mobile que ya se había posicionado como la marca de referencia en Android. Microsoft ofrecía un sistema operativo totalmente rediseñado y listo para funcionar, pero sin apenas cuota de mercado. Nokia ofrecía un hardware muy bien desarrollado y tenía la oportunidad de deshacerse de un sistema operativo (Symbian) que había quedado claramente obsoleto. Esto le hizo ganarse la antipatía incluso de muchos finlandeses. Recuerdo un amigo mío finlandés que me dijo literalmente que «Nokia se había convertido en un fabricante OEM para software de Microsoft», y esto no sonaba nada bien.
A día de hoy parece que las cifras empiezan a mejorar. Nokia ofrece una gama de terminales Lumia con Windows Phone bastante completa y con precios muy asequibles. Esta gama se completa con el reciente lanzamiento del Lumia 1020. Parece claro que la diferenciación de Nokia tendrá que venir por las capacidades fotográficas de los terminales, el diseño, las pantallas supersensitivas y algunas aplicaciones exclusivas del fabricante. El sistema operativo ya no será la clave. ¿Querrá emular la estrategia de Samsung que tan bien le ha funcionado a la coreana?

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