El «cloud computing» es un término acuñado en los últimos años que viene a hacer referencia a todos aquellos servicios que se procesan en «la nube», entendiendo por «la nube» un servidor o conjunto de servidores conectados a internet y que realizan el procesado de la información. La filosofía es similar a la que se utilizaba antiguamente con los conocidos como «terminales tontos», que eran unas máquinas que simplemente se conectaban a un gran ordenador ubicado en otro sitio. El terminal tonto servía exclusivamente para que el usuario pudiese introducir información y visualizar la información en pantalla, pero todo el trabajo se realizaba en el servidor.
La +Fundación Bankinter tiene una publicación muy interesante sobre este tema que nos recomendó +Fernando González Ladrón de Guevara en una de las asignaturas del Master en Gestión de Empresas, Productos y Servicios de la +Universitat Politècnica de València (UPV) . La publicación en cuestión podéis descargarla haciendo click aquí. Si leéis el documento veréis que existen diferentes servicios «de cloud», que incluyen temas tan variopintos como el procesado de imágenes, el almacenamiento online o la creación de intranets corporativas.
La clave es que gran parte del procesado de la información se realiza fuera de nuestro propio dispositivo y la potencia de cálculo para realizar esas operaciones está en otro ordenador. El aumento de la velocidad de las conexiones a internet está permitiendo que sea posible que un dispositivo como un Smartphone sólo tenga que enviar una petición a un servidor externo y esperar a que le llegue la respuesta, sin haber tenido que utilizar ni un sólo ciclo de proceso para obtener calcular dicha respuesta.
¿Algún ejemplo de todo esto? Pues es algo mucho más cercano de lo que puede parecer a primera vista. Un ejemplo muy interesante es el caso del famoso asistente Siri de Apple que supongo sabréis que sólo funciona con conexión a internet. El iPhone en este caso hace de «terminal tonto», es decir, simplemente recoge nuestra voz, la envía a unos servidores ubicados en California, y espera la respuesta. Esto quiere decir que el servidor externo es el que procesa nuestra voz, el que determina qué es lo que estamos preguntando y el que recopila y devuelve la respuesta que considera más adecuada. De todo esto el iPhone ni se entera, simplemente se encarga de recibir la respuesta y transmitírnosla a nosotros con su dulce voz sintética.
Otro servicio muy común es el del almacenamiento en la nube. Servicios como +Dropbox , +Google Drive , Box.net o Skydrive son claros ejemplos. De todos ellos mi favorito es Dropbox ya que dispone de todas las funciones que un usuario puede necesitar. Además su integración con los dispositivos móviles es prácticamente perfecta. Box.net es más sofisticado, ya que dispone de una versión web que lo convierte más bien en una plataforma colaborativa para compartir documentos. El caso de Google Drive es el que, bajo mi opinión, está peor implementado, ya que te obliga en algunos dispositivos a utilizar su sistema de edición de documentos Google Docs. Skydrive es la opción de Microsoft y que hoy día incluye por defecto en sus dispositivos móviles.
Apple, a través de su servicio iCloud, integra todos los servicios en la nube que ofrece al usuario de su ecosistema. Básicamente lo utiliza como un servicio de sincronización de información entre dispositivos. El sistema de contactos, calendario y correo recuerda mucho al que puede proporcionar Microsoft Exchange. Ahora ha ampliado su oferta de servicios e incluye otras posibilidades como:
- Realización de copias de seguridad automáticas de los dispositivos móviles de Apple
- Localización de dispositivos perdidos o robados
- Versión online de su suite ofimática iWork
- Almacenamiento online a través de algunas aplicaciones compatibles con este servicio
- Compartir las ventanas del navegador Safari que hemos ido abriendo en los distintos dispositivos
- Mantener una lista unificada de usuarios y claves para acceder a nuestros sitios web favoritos desde cualquier dispositivo
- Poder visualizar las fotos que tomamos con el iPhone en un iPad, en un ordenador o poder compartirlas directamente en internet
Los ejemplos son prácticamente infinitos, e irán a más a medida que sigan desarrollándose las redes de comunicación. En los próximos años será posible encontrar cada vez más servicios de este tipo al mismo tiempo que los terminales aumentan en potencia de cálculo. Esta potencia de cálculo la utilizarán para descodificar la información que obtengan de sus numerosos sensores, pero el trabajo duro seguirá haciéndose fuera del dispositivo.