Viajar, qué gran placer. Ayer salimos hacia Córdoba, en coche. Unos 500 km, pero un trayecto muy agradable. Paramos en primer lugar en San Clemente, en la provincia de Cuenca. Tiene un centro histórico bonito y algunos lugares donde se puede almorzar bien (eso fue lo que hicimos nosotros). Nos recomendaron un lugar llamado Milán, y el camarero nos sacó un montón de tapas sin pedirlas. Parece que es lo típico: pides la bebida y te empiezan a poner tapas y más tapas.
Allí también encontré este cartel que sin duda no tiene desperdicio: «se buscan clientes, no se necesita experiencia».
Luego hicimos dos horitas más y paramos en el hotel La Perdiz, cerca de La Carolina, justo después del Puerto de Despeñaperros. Un hotel de carretera pero de cuatro estrellas. De esos que debieron ser muy populares en los años 60 y parada obligatoria cuando no había autopista. Fuimos al restaurante y la comida muy buena.
Y nada, depués directos a Córdoba al hotel Carpe Diem un hotel por cierto muy recomendable. Todo muy nuevo, limpio y con una terraza con una vista de Córdoba espectacular. Después directos al tablao El Cardenal.