Escribí un post hace no muchos días hablando sobre lo caro que resulta ir pagando pequeñas cuotas de los diferentes servicios de internet. Bastante dinero al año, la verdad. Una manera de reducir este gasto es unificar algunos servicios. Me he puesto manos a la obra en eso y decidí probar iCloud drive. Es lógico, ya que pago una cuota de 3,99€ por 200 Gb a Apple de los cuales tengo libres 40 Gb aproximadamente. Actualmente mi carpeta de dropbox tiene aproximadamente 30 Gb, pero pago 99€ al año por 1 Gb que no utilizo. ¿Por qué no lo utilizo? Para empezar el disco duro de mi portátil tiene 512 Gb. Además tampoco me parece que sea necesario tener todos tus ficheros en internet. Para eso están los discos duros de toda la vida donde almacenas esas cosas que usas con menos frecuencia o que ocupan un gran tamaño.
Bueno, volviendo al tema. Si me sobran gigabytes en iCloud drive debería darme de baja de iCloud y meter mis 30 Gb de dropbox en iCloud drive. 99€ menos al año. No es la primera vez que lo he intentado. En las ocasiones anteriores me he encontrado con problemas varios, como sincronizaciones muy lentas o problemas para acceder a algunos ficheros sin conexión. Algunos de estos problemas podían achacarse a la novedad del servicio. Hoy día es muy frecuente sacar cosas «a medias» (en fase beta para quedar bien) e ir mejorándolo. Con el tiempo esos problemas deberían estar solucionados. Además estamos hablando de un servicio relativamente sencillo: fichero en local que se copia en internet y se sincroniza con los otros dispositivos. Dropbox lleva años haciendo esto y bien.
La experiencia actual ha sido negativa. Tengo un ordenador fijo en mi casa (Mac Mini del año 2011) y un portátil (Macbook Air 11,6 pulgadas del 2014). Comienzo el experimento utilizando el Mac mini de casa y copiando una carpeta voluminosa desde dropbox a iCloud Drive. Tarda un rato y finalmente la copia. Ok, perfecto. A continuación copio el resto de la carpeta de dropbox a iCloud drive. Todo bien hasta que de pronto me dice que no hay suficiente espacio y que tengo que cancelar. Se había copiado el 80% de lo que había enviado. Como no tenía seguridad de qué se había copiado y qué no, borro de iCloud drive todo lo copiado en la segunda tanda, vacío la papelera y vuelvo a copiar una menor cantidad dejando fuera de iCloud drive una carpeta voluminosa de ficheros temporales. Todo correcto hasta aquí.
El portátil me lo había dejado en la oficina encendido el día antes porque estaba terminando una copia de seguridad que necesitaba cifrado. Lo normal sería que al llegar al portátil lo abriese y viese el mismo contenido que tengo en el Mac mini en la carpeta de iCloud drive del portátil. Pues no. Me encontré con una parte importante del contenido pero otra parte estaba en gris y no permitía abrir las carpetas. Y lo más curioso es que según el ordenador la fecha de edición de esas carpetas, atención, ¡es del año 1984! Compruebo las opciones de iCloud drive y me dice que está sincronizado. ¿Cómo puede ser? Debería tener lo mismo en los dos ordenadores. Pues no. Poco te puedes fiar si ni siquiera es capaz de mantener los ficheros sincronizados.
Además tiene algunas otras cuestiones mal resueltas. Una importante es que la carpeta en la que almacena los ficheros de iCloud drive no la puedes cambiar facilmente. Por defecto está ubicada junto con las librerías en el mismo disco duro en el que está el sistema operativo. Si tienes un disco duro ssd para sistema operativo y aplicaciones, normalmente de menor capacidad, y un disco duro tradicional para datos de mayor tamaño, no es posible trasladar la carpeta de iCloud drive a ese disco.
Es una pena, pero esto confirma los comentarios que se hacen en diferentes sitios web respecto a la falta de nivel de los servicios en la nube que ofrece Apple.