¿De dónde vienen las donaciones a las universidades estadounidenses? Lo primero que me viene a la mente son las grandes multinacionales que tienen su sede en Estados Unidos. Empresas como Google, Apple, Amazon o Facebook podrían figurar en la lista de principales donantes de las universidades. Sin embargo la realidad sorprende: la principal fuente de ingresos privada de las universidades americanas viene de individuos.
Angel Cabrera, Rector de la George Mason University, impartió una conferencia en la Universitat Politècnica de València el pasado 21 de junio de 2016 en el marco de la Jornada de Cátedras de Empresa. En esta conferencia mostró unos datos bastante relevantes respecto al origen de las donaciones. Lo más llamativo es que Estados Unidos es, con diferencia, el país que más donaciones individuales hace en relación a su PIB.
Es decir, el estadounidense medio realiza un esfuerzo casi 30 veces superior al español, que aparece con un escuálido 0,05% casi al final de la tabla. Evidentemente esta cifra tiene varias lecturas. La lectura positiva es que demuestra la existencia de una sociedad civil que dedica recursos a hacer cosas. La parte no tan positiva es que evidencia la ausencia de lo que en Europa llamamos el «Estado del bienestar». Los individuos en Estados Unidos, con unas tasas impositivas normalmente más bajas que las europeas, acaban intentando suplir lo que el estado no hace. Dejando al margen esta interpretación, lo que sí evidencia estas cifras es que en Estados Unidos hay un interés del individuo por invertir en diferentes causas que le preocupan (instituciones benéficas, ONGs, educación, partidos políticos, asociaciones…). De hecho el informe del que he sacado esta gráfica, y que también se usó durante la conferencia, proviene de la Charities Aid Foundation.
Volviendo más al tema universitario, las fuentes de financiación privada de nuevo evidencian la misma situación: el individuo es el que más aporta, muy por encima de la empresa. Así lo demuestra el informe o «Voluntary support of education» publicado por el Council for Aid to Education
La figura anterior, extraída de dicho informe, muestra como más del 43% de las donaciones a las universidades vienen de antiguos alumnos y de otros individuos no necesariamente vinculados con la institución. Las grandes empresas, lo que en el gráfico aparece como «Corporations» representan un 16,9% de los 31.000 millones de dólares que se dona a las universidades cada año..
Son cifras francamente impresionantes, pero que tienen muchas lecturas de las cuales se derivan preguntas que dejo aquí para la reflexión: ¿Una sociedad muy preocupada por la educación superior? ¿Un Estado que invierte poco en educación superior? Como decía en el post anterior sobre la conferencia de Ángel Cabrera parece claro que se dan factores relacionados con el gobierno, las universidades y el entorno socio-económico que hacen posible que este sistema funcione, con ventajas claras, pero también con cuestiones de calado que se plantean detrás de este modelo.
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